Desde mi blog y a través de estas líneas me comprometo a usar mis superpoderes solo y exclusivamente para hacer el bien, así como para combatir a los supervillanos P.C. (no es personal computer), J.B. (no es una marca de whisky) y E.L.J.
Mis superpoderes comenzaron a manifestarse en mí un día cualquiera hace muchos años que me encontraba viendo un partido del Caja San Fernando en el cual estaba siendo vapuleado por algún equipo de medio pelo (como era y sigue siendo habitual). Mientras esto pasaba mis manos jugaban con un lápiz extremadamente afilado que en un momento dado, tras un triple frontal solo del equipo contrario, clavé en mi pierna derecha debido al movimiento involuntario de frustración que en mis extremidades superiores tal jugada me había provocado. El lápiz fue clavado con tal fuerza en mi pierna que podía mantenerse en ella sin sujeción alguna excepto la de la propia pierna. Por extraño que pueda parecer no me dolió ni sangré, aunque todavía tengo la señal un poco por encima de mi rodilla.
Ignoro que tipo de mina radiactiva tenía ese lápiz pero desde entonces…
He aquí (¡Eh! ¡Aquí!) mí propósito de año nuevo: a partir de ahora utilizaré mis superpoderes para publicar en el blog tres veces por semana.
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