miércoles, 30 de diciembre de 2009

Carta a una gilipollas 2


Hola gilipollas:

Te escribo aquí porque sé que me lees. Tienes razón. ¿Qué clase de amigo no se alegra de las conquistas sexuales de sus amigos? Aquella noche, cuando te pusiste a (digámoslo en tu idioma para que a mi me resulte más gracioso y a ti más cercano) chingar con tu primo mientras yo estaba en la habitación no me debí crispar como lo hice y marcharme de la habitación de un portazo. Fue un comportamiento absurdo y totalmente fuera de lógica, por lo cual te pido perdón por si te molestó. Lo que debería haber hecho es disfrutar del espectáculo de vuestros gemidos y del bamboleo de la litera. De hecho, si se me hubiera ocurrido, lo que debería haber hecho es encender la luz y, si hubiera tenido una cámara a mano, grabar el acto para poder disfrutarlo después placidamente las tardes lluviosas de domingo con una copa de vino en la mano. Me parece que eso me haría muy feliz y que incluso llegaría a tener una erección mientras imagino que soy yo el que eyacula en tu cara. Lo que dices es verdad, mi enfado es solo culpa mía y podría habérmelo tomado de una forma totalmente distinta.

Tampoco debería haber evitado el tema y haber hablado contigo de lo ocurrido. Como buen amigo debí haberte preguntado después qué tal la experiencia, si te dio morbo, qué tal se movía en la cama o incluso el tamaño de su verga que probablemente sobrepase la media nacional. Eso es lo que hubiera hecho un buen amigo y lo que yo no llegué a hacer.

Seguro que estás pensando que estoy siendo sarcástico. Nada más lejos de la realidad. Te lo estoy diciendo completamente en serio y quiero que sepas que así me comportaré contigo la próxima vez que nos encontremos, lo cual ruego a Dios que sea lo antes posible.

Continuara...

lunes, 14 de diciembre de 2009

Ola de frio

En mi afán de demostrar que el clima es algo muy relativo y de que mis años leyendo a Dostoievski han servido de algo, he traducido para vosotros esta noticia de "Diario de Siberia" (en ruso es igual pero con las "erres" al reves) del verano pasado.

Llega a Siberia la ola de calor ibérico. Las temperaturas empezaron a subir ayer y las previsiones para hoy señalan la posibilidad de que deje de nevar en cotas bajas. El ascenso de temperaturas afectará a todo el territorio pero será especialmente notable en el litoral, donde se preveen una disminución del viento y del oleaje.
Protección Cilvil activó ayer la alerta roja ante la previsión de que la gente empiece a salir a la calle a mansalva. El director general de Protección Civil de Siberia alertó de una situación "compleja y adversa" e hizo un llamamiento a la "prudencia general", aconsejando a la ciudadanía "que se queden en casa bebiendo vodka".
La cota de nieve ha ascendido hasta los 200 metros y en puntos del litoral ni siquiera ha nevado. Las temperaturas han subido hasta llegar a los 0º en algunos puntos de Siberia, por lo cual cientos de alumnos han empezado a ir a las clases por fin. Sin embargo se estima que el miércoles volverán los problemas de movilidad a causa de la nieve con lo cual volverán los problemas para leer y escribir para nuestros jóvenes.

Y aquí ya me cansé de traducir.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El semáforo revolucionario

Verde. Rojo. Los semáforos solo podemos pensar cuando estamos en ambar. Verde. Rojo. Aunque durante el ambar no te da tiempo a pensar mucho yo soy el más inteligente de todos los semáforo. Verde. Rojo. Lo sé porque todos los semáforos estamos interconectados unos con otros, cuando uno en Madrid se pone en rojo otro en Pekín se pone en verde. Verde. Rojo. Ella piensa que solo valgo para regular el tráfico, lo veo en su ojos cuando me mira esperando a que mi muñequito se ponga verde para cruzar y llegar a su trabajo. Verde. Rojo. Me gustaría tenerla alli todo el tiempo pero cuando me mira me pongo colorado. Verde. Rojo. Pero algún día haré algo para que se fije en mi, dejaré de seguir mi secuencia. Verde. Rojo. Y entonces se producierá el caos mundial del tráfico. Verde. Rojo. Porque aunque algún policía venga a reemplazarme no podrá reemplazar a todos los semáforos que me sigan. Verde. Rojo. Y cuando sepan que empecé yo sabrá por fin que soy inteligente y tengo sentimientos. Verde. Rojo. ¿Por qué no empezar ya? Morado. Azul. Violeta. Amarillo...

viernes, 4 de diciembre de 2009

Mis tres discos españoles favoritos

Como no soy muy bueno haciendo críticas musicales me he permitido el lujo de copiar algunas cosas que lei en internet acerca de mis discos españoles favoritos. En serio, os aconsejo encarecidamente estos tres discos:

1. Qualsevol nit pot sortir el sol - Jaume Sisa (1975)

Con la perspectiva que otorga el tiempo, puedo declarar y declaro que este álbum es el más original, bello, conmovedor y delicioso de la historia de la música pop española (lo siento por los ferósticos embarretinados - en precisa expresión de Félix de Azúa - que se escandalicen ante tan tajante afirmación). Pero sin ánimo de polemizar, la defendería a capa y a espada, si fuere preciso. Las expresiones artísticas en cualquier idioma pertenecen al hombre. Son patrimonio - las que se lo merezcan, claro - de la humanidad. Esa frase que, al parecer, a fuerza de repetirse, se ha quedado en mero slogan de la Unesco. Pero resulta que es verdad. Nadie con un mínimo de sentido del ridículo, se atrevería a decir sin sonrojarse que Shakespeare, Faulkner, Pavese, Stevenson, Cervantes o Proust son patrimonio exclusivo de ingleses, norteamericanos, italianos, escoceses, españoles o franceses. Por idéntica razón, nadie puede cometer el delito de lesa estupidez de decir que una poesía de Ausias March, un proverbio de Ramón Llull, una canción de Ovidi Montllor o un dietario de Josep Pla, pertenecen únicamente a los catalanes, que por cierto, no todos son nacionalistas, afortunadamente.

Con esa premisa mínima, repito que "Qualsevol nit port sortir el sol" es de todos aquellos que lo han hecho suyo desde aquellos ya lejanos tiempos en que se publicó: en la convulsa España de 1975, la de la muerte del dictador, la eclosión de las libertades tan largamente secuestradas, etc., etc. Y respecto al ámbito cultural específicamente de Cataluña, el tiempo de la irrupción de corrientes musicales, ya existentes pero circunscritas a un circulo de iniciados, como el jazz-rock catalán (Orquesta Mirasol, Companya Eléctrica Dharma,) la música festivo-verbenera (Orquesta Platería), la canción-folk-pop (Pau Riba, Ia & Batiste...), el rock (Máquina, Oriol Tramvia....). Todo simultáneamente a la salida a la superficie de movimientos underground y contraculturales hasta entonces soterrados como ciertas publicaciones (Star, El Víbora....), artistas (Ocaña, Nazario....), salas como Zeleste y festivales como Canet Roc. Sí, aquel tristemente célebre por prohibir la actuación de Sisa (por el imperdonable y hoy inimaginable delito de declararse anarquista en una entrevista), justo cuando éste disco estaba recién salido del horno, con un inconfundible aroma a crujiente hogaza de pan blanco, altamente nutritivo para cuerpo y alma.

Para entonces, Jaume Sisa (1948) ya había participado en proyectos tan insólitos en los últimos años sesenta como Grup de Folk, Música Dispersa (para mi sorpresa, el prestigio en medios británicos especialistas en folk de su único álbum de 1970, no ha cesado de crecer en los últimos años) y colaborado con Pau Riba, Albert Batiste y Cachas en el EP "Miniatura" (1969). En solitario había lanzado, bien que con escasa difusión fuera de Cataluña, el single "L'Hombre Dibuixat" (1968) y el álbum "Orgía" (1971), que con el "Dioptría" de Pau Riba, pasaba por ser lo máximo que en la península se había creado al rebufo de todo el rock y pop anglosajón con las gigantescas figuras de Beatles y Dylan, a la cabeza.

En éstos discos, ya destacaba la creación de un personaje dotado de sentido del humor, surrealista a su manera, heterodoxo, casi marginal, sentencioso, vanguardista. Pero también se apuntaban indicios y detalles de su condición de heredero de una tradición musical popular, que incluía géneros tan denostados por la progresía, como la habanera, la canzonetta, la copla o el bolero (una década después, Sisa se esfumó para dejar paso a Ricardo Solfa, cantante de cruceros - ¡qué más hubiera querido él!- , salas de fiesta y boites elegantes). Así las cosas, no extrañó en demasía dada su procedencia, pero sí fue una revelación, un verdadero deslumbramiento, la grabación de un álbum tan distinto a todo lo escuchado hasta entonces como "Qualsevol nit pot sortir el sol".

Bueno, en realidad exactamente treinta y dos años después, todavía no ha habido nada comparable desde el punto de vista de la inspiración, belleza y originalidad de sus canciones. Este disco no ha envejecido en absoluto. Da cierta pena, pero también alegría, comprobar que no le han afectado los años como a nosotros, no tiene arrugas ni canas, se mantiene inmarchitable, fresco, lozano; está poseído por la eterna juventud; está tocado por la gracia, tiene alas. Y es así, porque más allá de algunas veladas referencias al contexto de la época, en una muestra irrefutable de que el arte gana siempre la partida a unas circunstancias políticas y sociales determinadas, presenta una galería de personajes inolvidables, que se te pegan irremediablemente a la memoria y al corazón. Es completo y esencial. Aquí están el hijo del maestro, y el señor tendero, María Lluna y el maniquí, el Hermano Aire y muchos de los héroes de los tebeos, libros y películas que hemos amado. Señoras y señores: pasen y oigan el retablo de las ocho maravillas condensadas en 41 minutos y 41 segundos absolutamente mágicos.

Antes que nada hay que señalar que la maravillosa canción que da titulo al álbum se hizo tan popular y tan mítica para mucha gente, que aunque su composición justifica sobradamente una vida, oscureció injustamente el contenido del disco, que ofrece muchísimo más que eso. Por eso creo que siempre hay una buena ocasión para volver a deleitarse con esas deliciosas criaturas del aire (gracias, Savater).

Creyendo en la eficacia de los buenos principios, el comienzo con "El fill del mestre" es arrebatador; acompañado por una percusión y un violín encantadores, Sisa nos cuenta las peripecias de éste irreverente y alocado muchacho, consiguiendo que la sonrisa se dibuje en nuestro rostro para no abandonarnos hasta mucho después de la última nota:

El fill del mestre fa cabdells.
La laia que no du sostens,
mossega un arbre de Nadal
que té plantat a l'orinal,
mins que ja no li quedin dents

Pero no hay tiempo para la remembranza, porque empieza "El seté cel", o lo que es lo mismo, una de las más evocadoras y preciosas canciones jamás compuestas en cualquier tiempo y lugar. Unos maravillosos y etéreos violines junto con un clavicordio nos hacen literalmente volar por esos siete cielos mágicos y encantados:

..i el sisé cel está copiat
del cel seté que has engendrat dins del teu cap.

o Sisa en singular estado de gracia.

Continúa "Germá Aire", con un texto que se presta a variadas interpretaciones y un aire surrealista con unos predominantes violín y piano que dan al tema un lirismo que no abundan por estos pagos (o sea como la rubia Fay Wray en la tierra de King Kong).

Y cambiamos radicalmente de ambiente con los arreglos de viento y aires cabareteros, que acompañan la peripecia de ese maniquí a quién su enamorado está dispuesto a hacer madre:

Maniquí jo et vull fer mare
Maniquí, t'estimo tant.
Et diré tendres paraules,
per sempre més tindrás amant

Por cierto, resulta curiosa la coincidencia de que la figura de un maniquí haya inspirado también una de las grandes canciones (De cartón piedra) del vecino de Sisa en el Poble Sec: un tal Joan Manuel Serrat.

Al finalizar la cara A, ya sabemos que estamos ante un disco imprescindible llamado a ocupar un lugar especial en nuestros corazones a lo largo de toda una vida. Y a fe mía, que en mi caso, así ha sido rotundamente. En él he encontrado, desde hace más de treinta años, ungüento para las heridas y consuelo para el alma.

¿Y qué encontramos en la cara B? Para empezar, nos enteramos de lo que sucede en la Font del Gat, en un ambiente de placidez total en un jardín con pajaritos y agua. Otra delicia marca de la casa, con espléndidas imágenes:

y un drac bicèfal
Al cor de l'estany

y dos partes bien diferenciadas, casi un recitado con coros en las cuatro primeras estrofas y un bolero apenas disimulado en las tres últimas, éstas con el sello característico e inimitable de Sisa, que le convierte en un caso paradigmático del mal buen cantante. Veamos, nadie diría - y él menos aún - que Sisa canta bien, ni siquiera medianamente; no coloca la nota exacta en el momento adecuado, no es precisamente un modelo de precisión ni de dicción. Pues bien, prueben a imaginar sus canciones en otra voz y oirán los chirridos en Sebastopol (lo siento, Albert Pla y Serrat). Están indisolublemente unidas a su característica voz nasal, a su peculiar entonación, reconocible entre mil, que da un color especial al texto, llevándolo a lugares inalcanzables para la mayoría. En cualquier caso ¡de cuantos técnicamente buenos y anodinos cantantes está lleno el foso del olvido!

Y más maravillas. Llega "María Lluna", con ese aire envolvente que forman el bajo y la batería, al que se añaden detalles encantadores como la mandolina y las cuerdas. Un tema pleno de amor y devoción que habría hecho las delicias de André Breton como ilustración de amor fou:

María Lluna, jo vull seguir-te.
Suspesos d'un no-res, viurem tu y jo.
María Lluna , no em diguis no

Y hete aquí una canción como "Oh, Senyor Botiguer!", descripción costumbrista y precisa de ese tendero universal y transversal, ejemplo del pequeño burgués, a la vez hombre del saco y despertador de emociones. Y también con versos espumosos, tiernos y exactos como pocos:

Oh, senyor botiguer! Sou vòs i els vostres fills
quí perfumen els carrers amb floretes d'anis
que mai no heu olorat,
ni heu sentir quan la flor ha de florir

Y por fin, llega refulgente la joya de la corona: esa preciosa nana, alegato de los sueños y evocación de los deseos más sublimes que es "Qualsevol nit por sortir el sol". Acariciados por las encantadoras notas de un piano, entre murmullos y descorches de botellas, se despliega ante nuestros atónitos oídos y embelesada imaginación, el desfile de los personajes más entrañables que han poblado nuestra infancia y aún forman parte de nosotros:

Fa una nit clara i tranquil.la,
hi ha la lluna que fa llum.
Els convidats van arribant i
van omplint tota la casa
de colors i de perfums.

Heus aquí la Blancaneus,
en Pulgarcito, els tres Porquets,
el gos Snoopy i el seu secretari Emili
i en Simbad,
l´Ali Babà i en Gulliver.

Oh ! Benvinguts ! Passeu, passeu,
de les tristors en farem fum.
Que casa meva és casa vostra
si és que hi ha ... cases d´algú.

Hola Jaimito ! i Doña Urraca !
en Carpanta i Barba Azul.
Frankenstein i l´Home Llop,
I el Compte Dràcula i Tarzan
la mona Xita i Peter Pan

La senyora Marieta
de l´ull viu ve amb un soldat.
Els reis d´Orient, Papa Noel,
el Pato Donald i en Pasqual,
la Pepa Maca i Superman.

Oh ! Benvinguts ! ...

Bona nit senyor King Kong,
senyor Asterix i en Taxi Key,
Roberto Alcàzar i Pedrín,
l´Home del Sac i en Patufet,
senyor Charlot, senyor Obèlix.

En Pinotxo ve amb la Monyos
agafada del bracet,
hi ha la dona que ven globus,
la família Ulises,
i el Capitàn Trueno amb patinet.

Oh ! Benvinguts ! ...

A les dotze han arribat,
la Fada Bona i Ventafocs.
En Tom i Jerry,
la Bruixa Calixta, Bambi i Moby Dick
i l´ Emperadriu Sissí.

I Mortadelo i Filemón
i Guillem Brown i Guillem Tell.
La Caputxeta Vermelleta,
el llop ferotge i el Caganer,
en Cocoliso i en Popei.

Benvinguts passeu, passeu.
Ara ja no hi falta ningú,
o potser sí, ja me n´adono
que tan sols hi faltes tu ...

També pots venir si vols.
T'esperem, hi ha lloc per tots.
El temps no compta ni l´espai...
Qualsevol nit pot sortir el sol.

Es tan bella que cuesta trabajo creer que se grabara en tiempos de tanto oprobio como 1975. No puedo escuchar ésta canción sin sentir una gran emoción. Como cuando tenía 19 años. Como cuando mucho tiempo después, he arrullado a mis hijos con sus notas (aún hoy, les sigue encantando). Es mágica e intemporal. Es hermosísima y apela a varios de los sentimientos más nobles y respetables de que es capaz el ser humano: la cortesía, la solidaridad, la hospitalidad..... Jamás dejaré de disfrutarla y me descubro ante la persona capaz de haber creado éste pedazo de cielo. Gracias, Jaume Sisa, cantautor galáctico. (Autor: Una tal "dorotea" en un foro de internet).

2. Una semana en el motor de un autobús - Los Planetas (1998)

Lo más característico de Una Semana en el Motor de un Autobús es que no es una sucesión de canciones puestas al azar sin más, sino que todo el disco desde la primera hasta la última nota cuenta una historia, es como un viaje a través de los pensamientos de una persona :

El disco tiene uno de los comienzos más brillantes que conozco : “Segundo Premio”. Es una canción dura y directa, que habla de venganza, deseos de destrucción y todas esas cosas que sientes cuando quien te ama se marcha sin dar explicaciones (“…y si esto te hace daño / si te puedo hacer sufrir / ha servido para algo / por lo menos para mí… “). Una canción imprescindible para comprender a este grupo. ¿Qué siente alguien cuando le dejan? Aquí está la respuesta.

Le sigue “Desaparecer”, que representa la desesperación, el querer irse sin dejar rastro cuando las cosas van tan mal que no se ve salida por ningún lugar (“…cuando no te puedas mantener en pie / y ya no te quede nada por vender / y tengas que volver / y tengas que volver… “). Nuestro protagonista, tras pasar por el trago de que le dejen, sólo quiere eso: desaparecer.

“La Playa” habla de los celos: el cáncer de muchas relaciones y probablemente también el causante de que la chica haya abandonado al tío del disco. Lo explican bajo una historia típica de verano : la chica se va a la playa de vacaciones y él se queda en la ciudad viendo que ella no se acuerda de él para nada. Y a tanto llega la cosa que al final él acaba viajando hasta donde está ella para comprobar si le estaba poniendo la cornamenta o algo así. (“…el verano que estuviste en la playa / y yo estaba sólo en casa / tú no me llamaste ni una sola vez…”).

Después viene “Parte de lo que me debes”. Es una especie de reflexión interior sobre todas esas cosas que hemos hecho en el pasado y que ahora vemos cómo una pérdida de tiempo (“…¿lo has sentido alguna vez? / ¿echas de menos algo? / ¿te has arrepentido alguna vez / de haber tenido y de no haberlo dado?…”). El hombre está deprimido porque no hacer más que recordar el pasado.

“Un mundo de gente incompleta” trata sobre la relatividad de las cosas, la forma de ser de las personas; ¿en qué se basa?, ¿cómo comportarse ante los demás?. (“…sé tú mismo’ repetimos una y otra vez / pero para ser yo mismo / ¿cómo tengo que ser?…”). Da mucho que pensar, es una canción brillante. Podemos imaginar al tío que describe el disco encerrado en su casa preguntándose todo tipo de cosas…

A continuación comienza “Ciencia Ficción”, una de mis canciones favoritas de Los Planetas. Se le pueden dar múltiples interpretaciones, pero para mí, la más acorde con el disco es la de que representa la idea de que el tío de la historia ve que no está sólo en esto, que hay más gente que pasa por lo mismo que él (“…cuidad vuestros negocios y vuestras familias / porque vamos a mostrar vuestra misma piedad / porque seremos cientos por cada uno de los vuestros… “).

“Montañas de Basura” habla sobre esa típica situación de querer hacer algo y no atreverse (“…¿qué va a pasar / si no puedo soportarlo? / ¿que va a pasar si decido dar el paso y sale mal?… “) Narra una situación de inestabilidad en la que se recurre incluso a la ayuda de Dios para atreverse a dar el salto. La mente de nuestro pobre protagonista está contemplando la idea de hacer algo poco recomendable.

“Cumpleaños total” es la autodestrucción hecha canción: el querer pasar de todo a base de sustancias químicas. Da inicio a la parte del disco en la que el protagonista está convencido de que no vale la pena vivir una vida así, y que lo mejor es montarse una realidad paralela (“…no será peor de lo que era / no será peor, seguro que es mejor / y aunque juré que nunca más / me acerco hasta el servicio a que me pongan otra… “).

“Laboratorio Mágico” no da lugar a la imaginación : el tío necesita aliviar todos sus males y ya sabe dónde encontrar la solución (“…estoy seguro, tiene que haber algo / que me ayude a soportarlo / en las farmacias del espacio / en un laboratorio mágico… “). Representa el punto más bajo del protagonista : es un verdadero yonki y está contento de estar así.

En “Toxicosmos” se vislumbra una salida, el protagonista se da cuenta de que las drogas no son la mejor solución y quiere no volver a recaer una y otra vez (“…se acerca a mis oidos / y habla de lo que nos queda por pasar / y estallan los sentidos en colores aun por inventar / está claro : los demás piensan igual / y rezamos para no volver jamás… “).

“Linea 1″ se debería llamar “un día en la cabeza de un yonki”. Muy buenos propósitos de dejar las drogas y tal, pero a la hora de la verdad siempre vuelve a reengancharse (“…y después pensé : ‘mejor que no’ y puse la televisión / subí a pillar un poco más / después de todo esto no está mal… “). Como curiosidad, escuchad con atención y podreis oir a partir del instante 2′ 30″ unos “sonidos nasales” de fondo. Ah, y parece ser que la Línea 1 es la línea de autobús de Granada que lleva a una barriada muy chunga donde antes vivía Florent (guitarrista del grupo) y donde parece ser que se puede encontrar “de todo”.

Y por último, con el sonido de un portazo se inicia la canción que cierra el disco “La Copa de Europa” : una preciosa composición que representa la felicidad final del tío. Ha pasado por todas las penurias que narran las canciones, y finalmente puede ser feliz; ha alcanzado lo más grande, que en el futbol (a Los Planetas les encanta el futbol) es La Copa de Europa. (“…¿cuanto tiempo he perdido ahí afuera? / cuánto por descubrir en mi cabeza / es tan basto que da casi pereza / casi pienso que no tengo fuerzas / para hacerlo y encontrar dentro de mi / algo nuevo…”). El final es glorioso, y por lo menos a mí me recuerda a la situación que se produce cuando un equipo gana alguna gran competición : miles de coches haciendo sonar el claxon por una céntrica avenida de una gran ciudad. Una muestra de felicidad desbordante. (Fuente: http://luipermom.wordpress.com/).

3. Tras el último no va nadie - Los Enemigos (1994)

“Tras el Último no va Nadie” (RCA, 1994) es su disco más minusvalorado, de hecho es el único disco de Los Enemigos que está descatalogado, RCA sabrá. Si los discos anteriores, sobre todo “La Vida Mata” (GASA, 1990) y “La Cuenta Atrás” (GASA, 1991) caracterizaban por su limpieza y brillo, en este caso el sonido es más sucio, más guarro. Es un disco oscuro, desolador por momentos, que quizás no sea tan directo como los anteriores y requiera más escuchas para asimilarlo, pero sin duda uno de sus mejores. Los golpes se van encajando y las emociones afloran en cada toma.

“No importa” mantiene la contundencia y las estructuras roqueras pero tiene unos marcados aires de acidez noise -quizás influyó la producción de Fino del “Super 8” (RCA, 1994) de Los Planetas-, con una de las letras más oscuras y desoladoras del grupo: “No hay perdón / no hay aire / no te excuses por vivir / no importa”. “Sin hueso” destaca por sus aires narcóticos, una instrumentación que desborda intensidad y un estribillo demoledor “Y encárgame otro exceso / destila la verdad / entre coces y besos / sin hueso mi ansiedad / sin hueso mi ansiedad / sin hueso mi ansiedad”. En “La venganza de H.P. Expósito” las guitarras se afilan y la voz de Josele Santiago destila fuerza y rabia. “Clonaciones S.A” trae el humor y la sonrisa en un disco por lo general doloroso.

Emocionante “La carta que no…”, la voz de Josele es un lamento, un murmullo ronco entre sonidos acústicos que colman de delicadeza y romanticismo esta confesión desde el otro lado. “La espera” es un medio tiempo blues-rock con una letra sobresaliente: “mientras llega sólo tienes que esperar / Fe y paciencia nada más / ¿hay cerveza en la nevera?”.

Para finalizar “Sueña (por mí)”, confesión desde aquí a los del otro lado, de los vivos a los muertos, un reverso de “La carta que no…” con una letra magnífica “Suéñame / lo que hay desde allí hasta aquí / suéñame / lo que nunca te pedí”. Un precioso final para un gran disco que es triste se encuentre descatalogado. (Fuente: http://lafonoteca.net/, Fernando Fernández Rego)
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