viernes, 14 de noviembre de 2014

Animal

El profesor Hanga dormía como una marmota cuando sintió que algo malo iba a pasar. ¿Un terremoto? ¿Un tsunami? ¿Quizás una guerra nuclear? No lo podía saber porque su intuición no daba para tanto, pero debía avisar a las autoridades y poner a salvo a los habitantes de Nueva Chabola. No pensaba hacer nada más que avisar porque el profesor Hanga era cobarde como una gallina.

Desde aquel extraño experimento que le salvó la vida, el profesor Hanga había adquirido las habilidades y características de algunos animales. Era por tanto una especie de superhéroe cuya principal virtud era poder intuir cuando iba a ocurrir una desgracia.

Lento como una tortuga se dirigió a su teléfono móvil para avisar al Presidente, con el que tenía línea directa, pero cuando, tras tres largas horas, llegó se dio cuenta de que tenía las mismas extremidades que una serpiente y no podía marcar (no se dio cuenta antes porque era un poco burro).

Se dirigió entonces a la calle, dejando tras de sí un rastro de babas de caracol, pero cuando se acercaba a alguien todo el mundo huía del pobre profesor Hanga que olía como un cerdo y sus pedos hedían a mofeta. Él, por suerte, no se dio cuenta de que la gente le huía ya que tenía la vista de un topo y veía lo mismo que un gato de escayola. Aparte estaba más sordo que una tapia  pero esto le venía de nacimiento. De todas formas había adquirido también la característica animal de no poder hablar, así que no hubiera servido de nada.

El terremoto devastó la ciudad aunque al profesor Hanga le dio tiempo de mearse en su alfombra antes de morir como un perro.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Coaching circular

El coach 1 cree tanto en su trabajo que contrata a otro coach (coach 2) para que lo instruya. Éste a su vez piensa lo mismo y contrata también a un coach (coach 3) que también cree que necesita recibir coaching y por tanto contrata a otro coach que resulta ser casualmente el coach 1.


Todos son a la vez alumnos y maestros indirectos de ellos mismos.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Increible caravana

A veces es impresionante como personas son capaces de organizarse para aprovechar mejor un espacio pequeño. Es el caso del australiano Lance Wiggins a quien podemos ver en la siguiente fotografía al lado de su amada autocaravana.

Lance Wiggins y su autocaravana
Lance estuvo trabajando durante años para aprovechar al máximo su autocaravana y el resultado ha sido espectacular por muy cutre que pueda parecer esta caravana por fuera. Lance vive en su autocaravana y puede moverse por todo el mundo (bueno, como Australia es una isla tampoco es que pueda moverse demasiado) y lejos de lo que pueda parecer disfruta de todas las comodidades que podría disfrutar cualquiera de nosotros... si tuviera esta autocaravana. 

A continuación os muestro las fotos 100% reales del interior. Seguro que a algunos les da algunas ideillas para su propia caravana o incluso para su casa y así aprovechar mejor el poco espacio que tenemos en nuestros pisos-cuchitriles.

Aquí es donde Lance prepara el salmorejo.
Más de una no se ha podido resistir a los encantos del dormitorio de Lance y eso que está casado.
Parte del pasillo de la autocaravana.
Una de las últimas reformas en la autocaravana de Lance: una pista de tenis.
Lance tiene su propio acelerador de partículas en la autocaravana.
Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 Unported.