miércoles, 8 de abril de 2015

Cómo el Presidente salvó a la ciudad de Nueva York

El Presidente de los Estados Unidos de América recibió una llamada en su despacho en la sede de la ONU:

–¿Dígame? No, no… Estaba trabajando… Sí, dime… ¿Qué? ¿Qué un supervillano ha robado una cabeza nuclear y amenaza con detonarla si no le pagamos 100.000 millones de dólares en media hora? Vaya tela… ¿Y se sabe dónde piensa detonarla? Vaya, hombre, si fuese otro sitio a lo mejor daba igual pero siendo Nueva York…. ¿Qué? No, no, de verdad que no estaba durmiendo. Habrá que reunirse, ¿no? Claro, claro. De acuerdo, nos vemos en la sala de reuniones del consejo de seguridad en diez minutos. Que no joder, deja de preguntar, que no estaba durmiendo. Sí, sí… Hasta ahora.

El Presidente de los Estados Unidos todavía pudo dormir cinco minutos más antes de dirigirse  a la sala de reuniones. Cuando llegó (unos 10 minutos tarde), se encontró a todos los dirigentes de los países en la puerta.

–¿Qué pasa? ¿Por qué no entráis?

–La limpiadora dice que está el suelo mojado y que nos esperemos un poco –le informó el Presidente de Rusia.

–Está en juego la vida de millones de personas y nuestra reelección como Presidentes, ¿no podría pasar la fregona luego?

–No, dice que ella se va a las tres y no quiere que se queden las pisadas. No veas que genio tiene –dijo el Primer Ministro británico.

–Bueno, podemos hablarlo aquí en el pasillo si queréis. ¿Qué os parece? Casi no queda tiempo y…

–¿Aquí de pie? Ni hablar, yo si no me siento no soy persona –replicó la Canciller alemana.

–Pues está la cosa jodida... ¡Este es el fin de la ciudad de Nueva York! ¡Que empiece a cundir el pánico!

–¡Esperad! No os deis por vencido tan rápido –dijo el Presidente de España–. ¿Y si pasamos por el ladito? En mi país solemos hacer eso. Parece que las pisadas por el lateral no molestan tanto a las limpiadoras.

­–¡Genial! –exclamaron todos.

Y así el Presidente de España salvó a la ciudad de Nueva York y el supervillano fue 100.000 millones de euros más ricos, dinero que usó para comprar más armas nucleares.

miércoles, 1 de abril de 2015

Hermano Mayor de La Candelaria decepcionado porque este año haya hecho buen tiempo

“Estábamos ya hechos a no salir”, ha manifestado.

Tras varios Martes Santos en los que las hermandades no pudieron procesionar a causa del mal tiempo, este año el sol ha lucido sobre el cielo sevillano. Sin embargo nunca llueve (o en este caso hace sol) a gusto de todos. El Hermano Mayor de La Candelaria ha mostrado una profunda decepción al ver que por fin sus amadas figuras iban a poder pasear por las calles de Sevilla.

“Tras tantos años de lluvia este año estábamos hechos a no salir”, ha declarado el Hermano Mayor. “Ha sido muy duro tener que decirle a los nazarenos, costaleros y demás hermanos de la cofradía que finalmente podíamos hacer estación de penitencia”, ha añadido.

Los cofrades que se agolpaban a la puerta de la iglesia para llorar ante las cámaras de televisión se han tenido que marchar también desilusionados, algunos incluso han escupido hacia arriba intentado simular la lluvia para que así se suspendiera, sin éxito.

El Hermano Mayor ha denunciado la injusticia de tener que salir cuando “ya tenía incluso hecha una reserva en un restaurante, reserva que por supuesto he perdido”. Además ha añadido que “para nosotros los cofrades lo importante es hacer penitencia y estos años no ha habido mejor penitencia que no ver procesionar a nuestras imágenes”.

Luego el propio Hermano Mayor se ha sentido algo aliviado al saber que la banda de música no llego a ensayar pensando que este año tampoco saldrían, lo cual les ha hecho desafinar un poco más que de costumbre ante el público. “¿Ves? La penitencia siempre está ahí, a la vuelta de la esquina”, ha dicho sonriendo.

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