miércoles, 25 de noviembre de 2009

Mi libro

Ya esta a disposición del gran público mi esperado libro "La esperanza es lo último que se pierde (pero finalmente se pierde)". Se ha retrasado un poco por unos problemillas con el depósito legal, en concreto porque se negaban a aceptar esa cosa como libro.
Este libro es una colección de los mejores cuentos que he escrito desde que me dio por escribir cuentos y alguien con el sentido del gusto distorsionado me dijo: "oye, pues no están tan mal", "deberías enviarlos a alguna editorial" o "si ganas el premio nobel me casaré contigo". Me ha costado mucho esfuerzo escribirlos, seleccionarlos y corregirlos, pero aun así sé que algunos pensaréis que si estos son los cuentos buenos como serán los malos... Y mi respuesta es que me da igual lo que penséis, lo que quiero es que me compréis muchos libros. Aprovechad que llegan la navidad para regalar este libro a esos amigos y familiares a los que nunca sabéis que coño regalar. Con este regalo os aseguro que no tendréis más ese problema, porque no querrán saber nada de vosotros nunca más.
Tenéis dos formas de comprar este libro:
- La primera y más económica es a través de mí. Contactáis conmigo y entre cerveza y cerveza os encasqueto el libro por el módico precio de 12,50 €. Aunque bueno, si bebeis mucho igual os vendo más y os sale más barata la segunda opción.
- Segunda opción: a través de internet, entrando en la página http://www.bubok.com/libros/15945/La-esperanza-es-lo-ultimo-que-se-pierde-pero-finalmente-se-pierde . Aquí se puede comprar en papel que cuesta igual 12,50 € pero hay que añadirle los gastos de envio y el IVA, o en ebook por 4 €.
Nada más, espero que os guste.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Folios malgastados

Mi psicoanalista me dijo que escribir es terapéutico. Según él debía escribir acerca de mis sentimientos, ello haría que me desahogase y me sintiese mejor. Aquella tarde tenía libre y me senté delante del folio en blanco. Escribí todo acerca de como la odiaba y me sentí muy bien pero me dio pena que ella no pudiera leerlo ya que hacía tiempo que habíamos perdido el contacto. Sin embargo poco tiempo después ocurrió cierto incidente desagradable en mi vida y ella se enteró por terceras personas. Me escribió una carta muy amable diciéndome que podía contar con ella para lo que quisiera. Pensé en responderle con lo que escribí, pero finalmente le contesté también amablemente dándole las gracias por preocuparse.
Fui un tonto.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Que suerte tenemos...

Que suerte tenemos de poder levantarnos de la cama, de saber que tenemos ganas de orinar y poder usar las piernas para ir al servicio. Que suerte tenemos de poder sentarnos bien, de distinguir entre la derecha y la izquierda y de no mancharnos demasiado cuando comemos. Que suerte tenemos de encontrar las palabras cuando queremos decir algo, de saber manejar el mando a distancia de la tele y de acordarnos de cosas tan tontas como el número secreto de la tarjeta de crédito o el PIN del teléfono móvil. Que suerte tenemos de poder reir, besar, tragar, soplar o arrugar la nariz.
Y que suerte tengo de poder ayudar a mi madre a hacer todas estas cosas, de poder cuidarla después de tantos años me haya cuidado ella a mi y, sobre todo, que suerte tengo de que siga con nosotros después de un susto tan grande.
Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 Unported.