martes, 27 de septiembre de 2011

Estatuas ecuestres

Su significado:
- Si el personaje va sobre un caballo con todas las patas en el suelo es que murió por muerte natural. Por ejemplo le cayó un rayo o un meteorito encima.
- Si el caballo tiene una de las dos patas delanteras levantadas es que el personaje retratado falleció por las heridas recibidas en el campo de batalla. Por ejemplo se resbaló con una bala de cañón y se torció el tobillo complicándose posteriormente con una tuberculosis o un salivazo de un enemigo le contagió una enfermedad de transmisión sexual.
- Si el caballo tiene las dos patas delanteras levantadas el personaje plasmado murió durante una batalla. Por ejemplo fue atravesado con una espada a la altura del flexo solar o fue atravesado con una lanza a la altura del flexo solar.
- Si el caballo, además de las dos patas delanteras, tiene una de las patas traseras levantadas, aparte de tener mucho equilibrio, significa que el personaje que aparece esculpido murió por causas que aún se desconocen. Por ejemplo fue abducido por unos extraterrestres aficionados a hacer recetas de “El Bulli” con carne humana o atravesó un agujero negro mientras se comía un bocata de lomo con queso.
- Si el caballo no tiene ninguna de las patas apoyadas en el suelo nos encontramos ante el caso más extraño de todos. En ese caso el personaje falleció sin haberse hecho una cuenta en Facebook.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Don Braulio

-Pues no sé qué le vamos a poner ahora.
Realmente como cuidadoras habían descuidado totalmente la ropa del octogenario señor Braulio, al que acababan de bañar. Antonia se acercó al armario donde colgaban como esqueletos las desoladas perchas.
-¿No hay nada limpio? –dijo Antonia.
-Nada de nada –respondió Ana.
-¿Y esto?
Antonia señalaba la única prenda que quedaba en el armario: la antigua toga de juez de don Braulio.
-No creo que sea apropiado –dijo Ana.
Pero Antonia no era de su misma opinión y descolgó la toga del armario:
-No tenemos otra cosa y cuando venga su hija ya tendremos la ropa limpia. No te tienes que preocupar de Don Braulio, el pobre no se entera de nada.
Así pues, mientras Ana ayudaba a don Braulio a ponerse de pie, Antonia le ponía su antigua toga de juez.
-La interna que estaba antes en la casa me contó que en tiempos de Franco dictó unas cuantas sentencias de muerte –le contó Antonia que siempre solía contar a Ana algún aspecto escabroso de la vida de Don Braulio.
Ana la miró reprobándola.
-Bueno, Don Braulio. ¡Pero qué guapo está usted con la toga! Llévalo al espejo para que se vea Ana, que voy a traer una cosa.
Ana acercó al espejo a Don Braulio que abrió enormemente sus ojos azules y se quedó mirando como intentando reconocer al tipo que tenía delante. Antonia vino a los poco segundos con una pequeña maza típica de juez.
-La encontré el otro día en uno de los cajones.
-Estás loca –dijo Ana riéndose.
-Parece otro ¿eh? Fíjate como se mira en el espejo. ¿Está usted contento Don Braulio? Tome la maza que es lo que le falta. ¿Cómo declara al acusado? ¿Eh? ¿Don Braulio?
La contestación de Don Braulio hizo que Ana y Antonia dieran un respingo:
-¡Culpable! ¡Culpable! ¡Culpable!
Era la primera vez que hablaba en tres años.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Llantoterapia

Se conoce como llantoterapia a una estrategia o técnica psicoterapéutica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales por medio del llanto. No puede considerarse una terapia, ya que no cura por sí misma enfermedades, pero en ciertos casos logra sinergias positivas con las curas practicadas. Se trata en general que las sesiones de llantoterapia se practiquen en grupo aprovechando el contagio de persona a persona, ya que llorar en grupo no es lo mismo que hacerlo solos: de esta forma el efecto grupal estimula a los que normalmente no llorarían.

Es importante aprender a llorar de uno mismo, de las capacidades limitadas del ser humano y de la vida.

La sociedad enseña a llorar de los demás en lugar de hacerlo con los demás. La llantoterapia ayuda a dramatizar las situaciones de la vida, desarrollando el espíritu competitivo y pesimista. Por eso las personas que realizan llantoterapia aprenden a tener una visión más realista, de su entorno y de sus posibilidades.

Lo básico que se debe hacer es llorar un minuto durante tres veces al día. Aunque eso parezca muy poco es lo esencial para que una persona tenga una mayor calidad de vida, siendo el llanto la mejor medicina preventiva sin ninguna contraindicación.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El día que explotó la Coca-Cola

A Isabel le encantaba la Coca-Cola bien fría y con una rajita de limón, siempre se tomaba una en cuanto llegaba del trabajo, por eso Roberto en cuanto llegó del supermercado lo primero que hizo fue meter la botella de 2 litros dentro del congelador. Luego fue a su habitación, se cambió de ropa y se tumbó en el sofá a ver la tele. Era raro que Isabel no hubiera vuelto todavía, pero era posible que se hubiera retrasado un poco en el trabajo. La película de boxeo acabó sin que se celebrase el combate final, no debían de tener suficiente presupuesto. Apagó la tele y se levantó a coger el móvil por si Isabel le había enviado algún mensaje. Tenía uno en el que Isabel le avisaba de que tenía mucho trabajo y llegaría tarde. No sabía por qué no lo había llegado a escuchar.
Roberto fue a la nevera a coger una cerveza y observó con cierta preocupación que había olvidado comprar limones, con lo que el placer de Isabel tras llegar del trabajo no iba a ser completo. Estuvo a punto de salir él pero le daba pereza cambiarse de nuevo así que decidió llamar a Isabel al trabajo.
-¿Cómo? ¿Qué Isabel se fue hace dos horas? No, no… Está bien, es que me había dicho que llegaría más tarde… Aha. Bueno, muchas gracias, sí, debe estar al llegar.
Roberto volvió al sofá, pero esta vez no tenía ánimo de tumbarse y se quedó sentado con el móvil en la mano. Llamó a Isabel, no le cogió. Encendió la tele. Encendió un cigarrillo. Después de pensarlo unos instantes llamó a Juan.
-Hola Juan. ¿Qué tal? Pues nada, aquí en casa, ¿y tú? Aha. Oye, una cosa, ¿está Isa contigo? No, he llamado al trabajo y me dijeron que se fue hace rato. Sí, sí, no me preocupo, debe estar al llegar. Es verdad, je, je. Sí, a ver si nos vemos el finde. Bueno, te dejo.
De vuelta a la cocina sacó la bandeja de filetes de pollo, los salpimentó y puso a calentar la sartén. Por la ventana de la cocina pudo ver cómo estacionaba el coche de Juan y cómo se bajaba de él Isabel. Cuando ella se inclinaba hacia el interior del coche, Roberto escuchó la explosión. Había olvidado por completo la Coca-Cola en el congelador y la física había hecho el resto.
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