Croqueteitor

Estás preparando unas croquetas porque tienes una reunión de amigos y habéis decidido que cada uno llevará una cosa. Es la primera vez que las haces, te ha dado por intentarlo, no sabes cómo te saldrán. A pesar de todo tienen buen aspecto.

Cuando las estás friendo suena un ruido grande y a la vez futurista dentro de la cocina. De repente ha aparecido un tipo bastante gordo montado en una especie de sillón con una palanca. Te asustas un montón claro, pero el hombre te pide calma y hay algo en el que te inspira confianza y te resulta familiar.

-Creo que todavía he llegado a tiempo –te dice-, vengo del futuro y tienes que deshacerte ahora mismo de esas croquetas.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Te diré la verdad, esas croquetas que tienes en la freidora son las mejores que se han hecho jamás. Una vez la gente las pruebe se volverá loca y no querrá comer nada más produciéndose así una gran plaga mundial de obesidad y colesterol. Tus croquetas serán prácticamente el fin de la humanidad.

-Pero si es la primera vez que las hago.

-Tengo un don… quiero decir… ¡tienes un don! Cuando hablaban del anticristo… ¡era yo! Quiero decir… ¡eras tú!

En seguida descubres que el hombre que ha aparecido en tu casa es en realidad tú mismo más viejo y más gordo. De nuevo el ruido se vuelve a escuchar y aparece otra máquina del tiempo. Esta vez es alguien que no conoces quien va montado en ella. 

-Estás aquí maldito “croqueteitor” esquivo. Sabía que vendrías a esta época –dice el nuevo visitante apuntándole con una pistola-. Vamos, vuelve a la fábrica de hacer croquetas de donde no debías haber escapado. 

Pero tu yo futuro se monta de nuevo en la máquina y mueve la palanca escapando en el tiempo. El otro se queda como petrificado y no le dispara. 

-Joder, esto que sea el único que sepa hacerlas es una putada porque no puedes dispararle...-dice lamentándose. En ese momento te mira, mira a la freidora y levanta el arma contra ti-. ¿Son las de jamón?