Un hombre adinerado, inmensamente rico, que tiene una colección de coches antiguos muy bonita y muy cara. Como esta:
Los lava todos los días con su ombligo. Se pone una esponja en el ombligo y así no corre el riesgo de dejarles alguna huella con los dedos. Una forma muy fina y algo complicada de lavar sus vehículos. Todos los años los presenta a una convención y la gente los admira y eso que no conocen cómo los ha limpiado el dueño. Si ellos supieran... lo admirarían pero de otra forma.
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