Le gustan las emociones fuertes. Tiene el despertador en su móvil y cuando suena por las mañanas éste le da la opción en su pantalla táctil de “posponer”, para que suene 10 minutos más tarde, o “descartar”, para que se apague definitivamente. Estas dos palabras al principio le creaban confusión al despertarse y tener que pulsar una de las dos opciones, alguna vez llegó a equivocarse y quedarse dormido. Pero ya se ha acostumbrado y adaptado perfectamente y, por lo tanto, ha dejado de ser emocionante y de correr ningún riesgo.
A partir de ahora ha decidido levantarse sin despertador, con la luz del sol y aún así llegar a tiempo al trabajo. Conseguir la pericia suficiente para que el sol le despierte 10 minutos antes de la hora a la que se tiene que levantar y así poder dormir un poco más. Tener la opción de posponer el sol e incluso de descartarlo.
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