jueves, 10 de diciembre de 2009

El semáforo revolucionario

Verde. Rojo. Los semáforos solo podemos pensar cuando estamos en ambar. Verde. Rojo. Aunque durante el ambar no te da tiempo a pensar mucho yo soy el más inteligente de todos los semáforo. Verde. Rojo. Lo sé porque todos los semáforos estamos interconectados unos con otros, cuando uno en Madrid se pone en rojo otro en Pekín se pone en verde. Verde. Rojo. Ella piensa que solo valgo para regular el tráfico, lo veo en su ojos cuando me mira esperando a que mi muñequito se ponga verde para cruzar y llegar a su trabajo. Verde. Rojo. Me gustaría tenerla alli todo el tiempo pero cuando me mira me pongo colorado. Verde. Rojo. Pero algún día haré algo para que se fije en mi, dejaré de seguir mi secuencia. Verde. Rojo. Y entonces se producierá el caos mundial del tráfico. Verde. Rojo. Porque aunque algún policía venga a reemplazarme no podrá reemplazar a todos los semáforos que me sigan. Verde. Rojo. Y cuando sepan que empecé yo sabrá por fin que soy inteligente y tengo sentimientos. Verde. Rojo. ¿Por qué no empezar ya? Morado. Azul. Violeta. Amarillo...

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