martes, 26 de enero de 2010

Fusión bancaria

Era verano en Cortilandia y, por tanto, primavera en nuestro amado país. En una entidad financiera muy conocida por todos se tramaba la fusión con otra menos conocida, en concreto con Caja Guadalajara. Mientras que los papeles se acumulaban en la sede social, los comentarios y rumores corrian por los pasillos y los peces nadaban felices en su acuario, el Consejo de Administración se reunió para decidir si se realizaba o no dicha fusión. Cuando llegó la hora de opinar del Director General, que al fin y al cabo era la unica opinión que se tenía en cuenta, éste, a pesar de que todos estaban acostumbrados a sus grandes discursos y que los números indicaban que la fusión daría cuantiosos beneficios, solo dijo:
-No estoy a favor de la fusión. Pasemos a otro tema.
Los tres Consejeros Delegados más importantes, en concreto el de "se ha denegado su hipoteca", el de "comisiones excesivas" y el de "vamos a embargarle", se reunieron en petit comité poco después con el Director General.
-Pero señor Director General. ¿Por qué esta en contra de la fusión? Podríamos haber aumentado las comisiones por tener una tarjeta de crédito- dijo el Consejero Delegado de comisiones excesivas.
-Es que no puedo decirlo...- respondió con timidez el Director General.
-¿Pero cuál es esa razón tan secreta o, al menos, por qué no puede decirlo?- dijo otro de los Consejeros Delegados, ¿quién?, no sé, cualquiera de ellos.
-No me entendéis, es que no puedo decir Guarda... Guadaja... ¡Guarralaraja! ¡Agh! ¡Mierda! ¡Esa maldita palabra nunca me sale! Os juro que es la unica palabra que soy incapaz de pronunciar, pero nunca pensé que fuese a tener problemas por no poder pronunciarla. ¡Oh! ¡Cómo se reían de mi en el colegio cuando teniamos que nombrar las provincias de Castilla La Mancha!
Así que, como era beneficioso para todos, decidieron contratar a un logopeda que durante seis meses estuvo enseñando al Director General a decir Guadalajara.
Pasado dicho tiempo era navidad en Cortilandia y por lo tanto las hojas caían en nuestro amado país. En la sala de conferencias los periodistas se agolpaban a la espera de que el Director General saliera a anunciar la fusión con Caja Guadalajara, mientras que los papeles se acumulaban en la sede social, los comentarios y rumores corrían por los pasillos y los peces seguían nadando felices en su acuario. Sin embargo el Director General no llegó a salir a escena, algunos piensan que los nervios le atenazaron en el último momento, pero la realidad es que acabó enrolándose en un grupo mariachi que, curiosamente, era su sueño desde que era joven.

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