martes, 30 de marzo de 2010

Ciencia ficción

En una galaxia muy muy lejana, la cual era llamada Galaxia del Quinto Pino, un enorme planeta habitado por violentos, ambiciosos e invasores extraterrestres se plantean la conquista del Universo y más allá (si se puede). En un plis plas y gracias a sus enormes conocimientos científicos conquistan los planetas más cercanos y planean como poder invadir los planetas habitados más lejanos al suyo.
-Como tardaríamos a llegar tanto tiempo que moriríamos- dijo el jefe de todos ellos- vamos a construir una nave gigantesca con recursos prácticamente inagotables. Nosotros no llegaremos porque moriremos antes, lo mismo les pasará a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos y a los hijos de los hijos de nuestros hijos...- así continuó hablando el jefe de los violentos extraterrestres durante siete semanas y media (casualmente)- ...hijos de nuestros hijos sí llegarán. Y como tendrán nuestros genes sabrán que son la raza dominante del Universo y que deben aniquilar a todas las especies que encuentren (aplausos y disparos). (Se supone que la nave gigantesca sería el planeta Tierra pero eso solo lo habrá descubierto el lector adicto a las novelas de ciencia ficción o los que leen lo que escribo entre paréntesis). (Eso que he puesto entre paréntesis no lo dice el jefe de los extraterrestres).
Uno de los lacayos levanta la mano.
-¿Sí?
-Perdone señor. Espero que no me mate por pedir la palabra.
-Hoy estoy de buenas. Lo decidiré al final del cuento.
-Bueno, me gustaría saber como vamos a resolver el tema del aburrimiento.
-¿El aburrimiento?
-Sí verá. Es que tantos y tantos años, centurias, milenios... viajando pues al final te aburres. Si incluso te aburres en un extraterrestrebus de aquí al centro, que es media hora. Eso podría mermar la moral de nuestra tropa.
Al final el jefe se le olvida poner algo en la nave extraterrestre para entretener a los conquistadores que acaban cargándose el planeta antes de llegar a su destino. ¿Por qué se le olvido? Porque al final decidió matar al que preguntó y entre una cosa y otra...

martes, 23 de marzo de 2010

Como salvarte del Apocalipsis

Llevo unos días un poco angustiado acerca de la idea del fin del mundo. Algunos dicen que llegará en el 2012, otros que con una guerra nuclear con Iran... el caso es que más tarde o más temprano dejaremos este mundo, solo espero haber ganado el Premio Nobel antes de que eso ocurra.
Ante tal angustia existencial me he estado informando un poco a través de la Wikipedia, contenedor (de basura) de toda la sabiduría humana, sobre qué hacer o a quién dirigirme para salvar mi alma y poder disponer de la vida eterna que, por otra parte, sería un medio absolutamente infalible de conseguir el Premio Nobel ya que dispondría de toda la eternidad para conseguirlo (aunque no estoy muy seguro de que siendo inmortal me importase mucho este premio).
Según el libro del Apocalipsis, en la creencia cristiana, el Día del Juicio Final Dios juzgará a todos los seres vivos (eso significa que también hay un cielo para los perros, los gatos e incluso los gasterópodos) y creará el cielo nuevo. Seremos juzgados según nuestras obras, sean buenas o malas (eso estaba claro, ser juzgado solo por las buenas sería un chollo), después del Milenio de Paz y después de la Resurrección Final (yo tampoco lo entiendo, es lo que pone la Wikipedia). Este juicio se efectuará ante el Gran Trono Blanco de Dios y serán juzgados cada uno según sus obras que están registradas en el libro de las obras. Y el que no se halle escrito en el Libro de la Vida será lanzado al lago de fuego y azufre.
Este es el punto que más me ha preocupado. O sea, que me juzguen por mis actos y tal está bien, creo que inclusó mereceré un donut de chocolate, pero es que si no estás inscrito en el libro ese directamente te lanzan al lago de fuego y azufre sin juicio ni nada. Ese libro debe ser una especie de censo, como el de Emvisesa, pero algo más chungo. Inmediatamente he investigado en la Wikipedia acerca de ese libro y no explica como te puedes inscribir ni si hace falta llevar el DNI o la última declaración de la renta, lo que sí dice y me ha dejado aun más preocupado es que el Libro de la Vida lo tiene el Cordero. Es decir, tu vida eterna depende de que un cordero, que por otra parte yo creo que no saben escribir, te tenga inscrito en un libro.
En fin, la conclusión es que para salvarte y poder disfrutar de la vida eterna:
1. Tienes que conseguir que todos los corderos del mundo escriban tu nombre en un libro (es la única forma de saber que has elegido al cordero correcto), por supuesto no es buena idea comerselo, ya lo decían Faemino y Cansado...¡el cordero no se come!
2. Pórtate más o menos bien.
3. Muérete.

domingo, 21 de marzo de 2010

Correos anónimos

Hace un momento he recibido un e-mail de "Anónimo". Con miedo he abierto mi correo para comprobar con cierto alivio que era una notificación de este blog de que una persona había dejado un comentario en la entrada anterior anónimamente felicitándome por mis cuentos animándome a seguir escribiendo. Por favor, os solicito que si volvéis a escribir un comentario en el blog me digáis quién es quien la escribe ya que mi imaginación comienza a jugarme malas pasadas. Por un momento pensé que podría ser un anónimo declarando que habían secuestrado a mi pulpo de peluche (que adquirí en el acuario de La Coruña), que me vuelvo hacia donde debería de estar y no lo encuentro y durante las próximas semanas me van enviando sus tentaculos durante ocho agónicas semanas hasta que cumplo sus exigencias: poner los derechos de autor de toda mi obra presente y futura a nombre del secuestrador.
Así que, para que no me vuelva a llevar esos sustos, os pido que pongáis vuestro nombre en los comentarios, sobre todo si el comentario lo ha escrito alguna admiradora.
Muchas gracias.

jueves, 18 de marzo de 2010

Nunca me acuerdo de nadie

Hace unos días iba tranquilamente paseando por la calle cuando una chica que venía de frente se me quedo mirando fijamente, bastante más fijamente de lo que suelen hacer las chicas conmigo. Yo por no hacerle el feo le eché también un buen vistazo de arriba a abajo y de izquierda a derecha, para luego pasar a una diagonal que iba de su oreja derecha a su tobillo izquierdo. Ella se fue parando mientras se acercaba y me dijo:
-Oye, tú eres Zacarías ¿no?
En ese momento me quedan dos opciones. Decir que lo soy y quedar como un idiota por no acordarme de quién es ella o mentir. Normalmente, aunque mienta, suelo quedar como un idiota así que elegí la primera opción.
-Sí, lo soy, y tu eres...
-Soy Vanesa, ¿no te acuerdas de mi?
-Vanesa... no, no me acuerdo. Lo siento, soy malísimo para quedarme con los nombres y las caras de la gente.
- Sí hombre, estuvimos juntos en la guardería.
¿En la guardería? ¿Quién demonios se acuerda de sus compañeros de la guardería? ¿Tan poco he cambiado en 25 años para que sigan reconociendome? Me seguí luciendo en mi vena idiota y en vez de decirle todo esto le conteste:
-Ah... de la guardería...
-¿Ya te acuerdas?
No me acordaba. Los unicos recuerdos que tengo de la guardería es de que cuando me enfadaba tiraba todos lo que hubiera encima del pupitre, de cuando embarqué mi coche de juguete encima del arbol que había en el patio y de un día que jugando al "pilla-pilla" perseguí a una niña y como no podía alcanzarla (nunca he sido demasiado rápido) le agarré de lo que tenía más a mano: su larga coleta. No recuerdo a la niña, solo que fue la primera vez que hice llorar a alguien y que la profesorá me castigó.
Le conté esa anécdota a Vanesa pero no debí hacerlo, se ve que ella no se acordaba.

martes, 9 de marzo de 2010

Gases (para los no escrupulosos)

Hace un rato fui al baño pensando que tenía ganas de cagar y no eran más que gases de las lentejas que comí para almorzar. Es decir, los gases me hicieron sentir algo que en realidad no estaba ocurriendo en mi interior y me he preguntado, ¿y si todo fuera así? ¿Y si el amor no es más que unos gases que te entran por haber comido, yo qué se, coliflor por ejemplo? ¿Y si la vida no fuese más que gases? Dios se tiro un pedo y salimos nosotros. Sí, somos un 90 % agua pero no hay que olvidar que el agua es dos de hidrógeno y uno de oxígeno, es decir, gases. Nos movemos, hablamos, actuamos, odiamos, hacemos tortillas de patatas por los gases, así de irreal es el mundo. Pero no olvidéis que más allá de los gases no hay nada aparte de "la nada". ¿Y qué es mejor, "la nada" o los gases? "La nada" te dara una sensación real y autentica de nada. Los gases te darán una sensación irreal y ficticia de vida. Así que elegid bien lo que coméis.
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