jueves, 13 de agosto de 2009

El pesimista

Siempre he tenido mucha mala suerte. Nací en un país occidental del primer mundo, en el seno de una familia acomodada. Mis padres y mis hermanos, con los que me llevaba muy bien, siempre fueron felices, nunca nos faltó de nada ya que mis padres tenían empleos estables y bien remunerados. Siempre sacaba buenas notas tanto en el colegio, como en el instituto y la universidad porque, aunque nunca me esforcé demasiado estudiando, siempre daba la casualidad de que me preguntaban en los exámenes la parte que me había estudiado mejor. Ya en la universidad conocí a una chica inteligente, guapa y con sentido del humor que se enamoró locamente de mi y, por supuesto, yo de ella. A los pocos años de feliz noviazgo nos casamos y tuvimos dos hijos guapos y sanos que además no dan ningún tipo de poblema. En el plano laboral tampoco me puedo quejar, encontré trabajo rápidamente una vez terminé los estudios y en seguida me ascendieron hasta conseguir un puesto con un gran sueldo, entretenido y sin grandes responsabilidades. Pero mi mala suerte no acaba aquí. Siempre que jugaba alguna lotería o sorteo ganaba, ya fuera la quiniela, la lotería de navidad o el euromillones. Incluso un día vi un arcoiris y logré llegar a su comienzo y atrapar al duende. Aparte siempre que voy a algún sitio en transporte público cuando llego a la parada viene el autobus y si salgo y hace mal tiempo y se me olvida el paraguas no llueve y viceversa... como veréis todo me sale bien. ¿Por qué entonces tengo mala suerte? Mi teoría es que después de algo bueno siempre viene algo malo y a mi todavia no me ha pasado nada. Lo sé, va a pasarme algo, algo gordo, algo realmente horrible.

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