jueves, 18 de marzo de 2010

Nunca me acuerdo de nadie

Hace unos días iba tranquilamente paseando por la calle cuando una chica que venía de frente se me quedo mirando fijamente, bastante más fijamente de lo que suelen hacer las chicas conmigo. Yo por no hacerle el feo le eché también un buen vistazo de arriba a abajo y de izquierda a derecha, para luego pasar a una diagonal que iba de su oreja derecha a su tobillo izquierdo. Ella se fue parando mientras se acercaba y me dijo:
-Oye, tú eres Zacarías ¿no?
En ese momento me quedan dos opciones. Decir que lo soy y quedar como un idiota por no acordarme de quién es ella o mentir. Normalmente, aunque mienta, suelo quedar como un idiota así que elegí la primera opción.
-Sí, lo soy, y tu eres...
-Soy Vanesa, ¿no te acuerdas de mi?
-Vanesa... no, no me acuerdo. Lo siento, soy malísimo para quedarme con los nombres y las caras de la gente.
- Sí hombre, estuvimos juntos en la guardería.
¿En la guardería? ¿Quién demonios se acuerda de sus compañeros de la guardería? ¿Tan poco he cambiado en 25 años para que sigan reconociendome? Me seguí luciendo en mi vena idiota y en vez de decirle todo esto le conteste:
-Ah... de la guardería...
-¿Ya te acuerdas?
No me acordaba. Los unicos recuerdos que tengo de la guardería es de que cuando me enfadaba tiraba todos lo que hubiera encima del pupitre, de cuando embarqué mi coche de juguete encima del arbol que había en el patio y de un día que jugando al "pilla-pilla" perseguí a una niña y como no podía alcanzarla (nunca he sido demasiado rápido) le agarré de lo que tenía más a mano: su larga coleta. No recuerdo a la niña, solo que fue la primera vez que hice llorar a alguien y que la profesorá me castigó.
Le conté esa anécdota a Vanesa pero no debí hacerlo, se ve que ella no se acordaba.

1 comentario:

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 Unported.