jueves, 24 de enero de 2013

Cómo sobrevivir a una subrogación (III)

Si vas a vivir próximamente una subrogación seguramente te estarás preguntando (y no lo has hecho ya va siendo hora que lo hagas) si la nueva empresa mantendrá las condiciones de trabajo de las que actualmente disfrutas y que casi te hacen sentir un funcionario. Eres un privilegiado y lo sabes así que ve bajando de la nube. 

Las opciones a las que tradicionalmente podía optar la nueva empresa eran tres: 
1. Hacer que trabajes más pagándote lo mismo. 
2. Hacer que trabajes más pagándote algo menos. 
3. Hacer que trabajes más pagándote una mierda. 

Afortunadamente (para la empresa entrante) la nueva reforma laboral ha reducido las opciones y por lo tanto eliminado la incertidumbre que en este sentido se producía, a la siguiente: 
1. Hacer que trabajes más en el horario que me dé la gana pagándote un mojón. 

Sin embargo la nueva empresa es consciente del desasosiego que esta iniciativa puede ocasionar en el trabajador y pondrá los medios necesarios para que éste se sienta a gusto y se le pasen las horas volando. Para empezar la nueva oficina carecerá de ventanas, ventanillas, cristaleras o cualquier abertura en sus paredes que dejen ver el exterior. Esto evitará que el trabajador sienta la tentación o mera necesidad de salir fuera si hace buen tiempo, saber si es de día o de noche o simplemente quedarse embelesado si llueve. Otra importante iniciativa a la que llegarán nuestros nuevos jefes es eliminar cualquier reloj dentro de las oficinas que nos permita saber qué hora es y cuanto nos queda para salir (esto incluye los teléfonos móviles con un doble propósito: el que he mencionado y liberarnos de la alienación y la esclavitud de las nuevas tecnologías), ellos (nuestros jefes) serán por tanto los que decidan cuándo debemos dejar nuestros puestos de trabajo para descansar y no unas impersonales manecillas. 

Es bueno y reconfortante saber que la luz siempre estará encendida para nosotros. En el exterior puede ser de día o de noche, ser un día amable y soleado o desapacible y lluvioso, pero para nosotros siempre será de día y hará sol, la luz artificial y más saludable, ya que no produce cáncer, que nos proporcionarán los tubos fluorescentes. 

Os emplazo para una nueva entrega de cómo sobrevivir a una subrogación y ya sabéis: “nos veremos donde no haya oscuridad”. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 Unported.